30.3.16

No dejes de creer


Este es otro texto que no sé cómo empezar, pero que espero que algún día leas.

La teoría me decía que, cuando me enteré de tu llegada, debería haberme puesto menos nervioso por todo lo que implicaba, porque —parcialmente— ya había experimentado hace tiempo ver llegar a una nueva persona al mundo, un alguien por quien puedes hacer cosas de las que nunca te creíste capaz. Esa personita mayor a ti que, estoy seguro, vas a querer muchísimo.

Creo que nunca voy a saber cómo reaccionar "maduramente" ante una noticia de ese tamaño. Pero eso es lo de menos: la alegría supera todos los nervios que pudieran llegar.

Esta vez, las circunstancias me sonreían como nunca. Porque debes saber que, con el mismo amor incondicional con el que ahora miras y le sonríes a la bonita mujer de piel blanca que te saluda cada mañana, yo también la veía, la veo y espero verla por mucho, muchísimo tiempo, todos los días, al amanecer. Esa mirada también la tuvimos contigo cuando te vimos por primera vez, toda rojita, con los ojos cerrados, con frío.

Ahora, cada vez que las veo juntas, no puedo evitar pensar en una pregunta trilladísima ¿qué clase de mundo te estoy dejando? ¿Qué puedo hacer para lograr que sea mejor para ambas?

Porque, cuando tengas edad suficiente para leer y entender esto a la perfección, también sabrás ya algunas cosas sobre este pedazo de tierra donde nos toca vivir. Actualmente, este es un lugar que puede llegar a ser extremadamente violento. Es un mundo, un país, donde todavía existen idiotas que se sienten con el derecho de hacerle comentarios horrendos a las mujeres sobre su cuerpo —y que se ponen como si tuvieran enchufada una rata en la cola cuando les señalas por qué eso está mal—; es un lugar donde hay hombres que abusan psicológica y físicamente de sus parejas e hijas, y en donde los idiotas más extremos creen que pueden quitarles la vida con impunidad simplemente por el hecho de ser mujeres.

¿Qué puedo hacer yo para cambiar algo así?

Desafortunadamente, en una gran escala, no mucho. Sólo soy una persona con un radio de influencia muy limitado, al igual que mis recursos y mi inteligencia. No sé proponer soluciones en la medida en que me gustaría. Vaya, ni siquiera sé cómo lograr que la (poca) gente machista que me rodea sea menos idiota. Pero lo intento.

Pero tengo amigos y familia que sí son brillantes, Que luchan por lograr muchas de las cosas que yo espero para ti. Algún día también sabrás que tuviste una bisabuela que fue de las primeras en luchar para obtener derechos políticos para las mujeres, y creo que te sentirás orgullosa de ella y de lo que fue.

Yo solamente puedo aspirar a darte la mejor educación posible. A hacer tu infancia feliz, tan feliz como la que tus abuelos me pudieron dar a mí y más. Protegerte y enseñarte lo poco que sé. Y después de eso, animarte a que seas cada vez más tú, cada vez más libre, y que regreses conmigo cuando necesites apoyarte en alguien.

No esperes que yo sea un papá celoso (y por favor, dame un zape si algún día llego a eso). Mi única regla será: si es tu cuerpo y tu mente, son tus reglas. No las de tu pareja, no las de tu mamá, ni las mías, ni las de tus abuelos. Son TUYAS. Tú siempre tendrás la opción de decidir y elegir. Y así en todos los aspectos de tu vida. Siempre vas a contar conmigo para ello. Y si no estoy de acuerdo en algo, te lo haré saber, pero no impediré tus decisiones. Quiero darte las herramientas para que no tengas miedo, para que seas una persona segura, para que puedas enfrentar racionalmente y con el cerebro cosas que la gente normalmente enfrenta con sus miedos y sus inseguridades (con resultados desastrosos casi siempre).

Sólo espero ser lo suficientemente bueno para eso.

Voy a estar ahí mientras crezcas, para guiarte, para ayudarte y para quererte mucho. Y cuando llegue el momento de que tomes tus propias decisiones libres, también voy a estar ahí. Con esa güerita a la que le sonríes cada mañana. Esperando verte feliz y libre. Sé que, a pesar de los errores que pueda cometer, tú tendrás la inteligencia para superar todo eso y mucho, mucho más. Cuando hagas tu vida, tu mamá y yo estaremos viéndote, orgullosos de lo que hayas decidido hacer.

Habrá gente horrible que querrá decirte qué debes hacer, cómo lo debes hacer e incluso qué está bien que leas, veas o escuches (o qué no) desde lo que creen es su infalible punto de vista. No les hagas caso, no permitas que su amargura se te infiltre.

No dejes de creer. Nunca dejes de creer.

Espero que escuches música, juegues mucho, bailes, viajes, veas cine y televisión, leas, comas, cantes, brinques, te enamores, te enojes, te entristezcas, te alegres... y que esa alegría sea el centro de tu vida, como ahora tú eres el centro de la nuestra.

Bienvenida al mundo ahora y siempre, mi Danita Sofi. Es un viaje que puede ser increíble. Que tú harás increíble.


Some will win 
Some will lose
Some were born to sing the blues
Oh, the movie never ends 
It goes on and on and on and on. 
Don't stop believing, hold on to that feeling!

17.8.15

Get over it

Para la gente que me conozca, saben que hay pocas cosas que me enfermen más que las personas que se la pasan hablando de lo maravillosa que es su vida privada en internet.

Me cagan. Entiendo muy bien la necesidad de gritar al mundo cuando te ocurren cosas buenas. Es bien bonito compartir momentos especiales. Cuando te casas (si lo hiciste convencido), cuando tienes un hijo, cuando terminaste la universidad, cuando estás comenzando una nueva relación, compraste una casa, comenzaste a vivir solo, etc. Lo que no entiendo es esa necesidad enfermiza de estar compartiendo cada detalle de tu vida, cada momento, cada parte. La gente que se dice en público "amooooooor, checa si ya mandaron gas a la casa" u "hooooy pasa el de la basura ¡te amo puchurrumina!" Parece que lo hacen para que todo mundo envidie sus relaciones perfectas y su vida impecable.

Me pasa lo mismo con la gente que solamente comparte desgracias. Esas personas que se la pasan informando lo infelices que son, lo mucho que sufren y cómo nadie los quiere. Igual, entiendo la necesidad de descargarse, de dejar salir todo eso que nos angustia. Lo que no comprendo es la necesidad de hacerlo constantemente, de tirarte al suelo para que te recojan ¿por qué no se guardan algo para ustedes? Finalmente, a un montón de gente no le importa un carajo lo que estén sintiendo. Muchas veces fingen ese interés y nada más. Créeme: no tienes que hacer un drama en internet para que se acerque a ti la gente a la que sí le importas.

Ese interés fingido es algo que aprendí a punta de madrazos. Por eso valoro tanto mi vida privada. Aprendí a compartir solamente algunas cosas y dejar reservados para los más cercanos los detalles de mi vida personal. Y eso solamente en las ocasiones que quiero. Mis papás no saben todo sobre mí, no actualmente. Ni mis hermanos, ni mis mejores amigos. Para mí eso ha funcionado, eso está bien, así me he sentido mucho más cómodo. Es raro que pueda abrirme por completo, y actualmente eso pasa nada más con una persona: la güerita con la que comparto mi vida. No entiendo la necesidad de regodearse en recuerdos horrorosos y en estar volviendo a un pasado que ya superaste (como espiar a tus ex parejas o, peor aún, a las ex de tu pareja actual), ni de dar explicaciones a los demás por tus acciones. Si no lo hago con mis padres ¿por qué debería hacerlo con amigos o, peor aun, que sea algo del dominio público?

"La memoria es muy traicionera. De momento te encuentras perdido en un carnaval de delicias, con aromas intensos de tu niñez. Pasas a tu pubertad con todas sus cursilerías sentimentales. Y de pronto, te lleva a un lugar donde no quieres estar... Un lugar oscuro y frío, lleno de formas ambiguas y terribles. Son las cosas que deseas poder olvidar, y que sin embargo no puedes. Los recuerdos pueden ser unas bestias viles y repulsivas". 

El año pasado fue algo lleno de momentos intensos,  muy felices y algunos dolorosos a la vez. Afortunadamente siempre fueron más los felices. Y ahora que estoy a punto de que algo vuelva a transformar mi vida (que de por sí ha estado en cambio constante los últimos dos años) quiero aclarar algunas cosas.

Normalmente les diría que esto no podría valerles más madre.

Pero hoy no. Hoy, por respeto a mi nueva familia (y a mí mismo), quiero que sepan cosas que tal vez no conozcan de mí.

Mi nombre es Abraham (oh, big surprise). Tengo 32 años. Nací en México, específicamente en esa masa urbana conocida como Distrito Federal. Estudié arquitectura (para esas personas que creen que su profesión u oficio es lo único que los define) y trabajo en valuación inmobiliaria desde hace ocho años, más o menos.

Soy padre de un maravilloso niño de casi dos años.

Con la madre de ese niño tuve la relación sentimental más larga (y tormentosa) de mi vida. Estuve casado con ella prácticamente cinco años. Ya no lo estoy. Entre octubre y noviembre de 2013 (a los pocos días del nacimiento de mi hijo) estalló una situación horrible entre ella y yo, que fue la culminación de muchos problemas sin resolver, resentimientos, reclamos y fallas acumulados a lo largo de mucho tiempo. ¿Que si me duele que haya sucedido justo cuando tuvimos un bebé? Por supuesto. En un mundo ideal, mi hijo hubiera tenido la oportunidad de tener a su padre viviendo en la misma casa que él. Leo era demasiado pequeño para dejarlo al cuidado diario de su madre todos los días y viví por un tiempo más en esa casa, sin estar realmente viviendo ahí. El tiempo que no estaba fuera de ese lugar lo pasaba exclusivamente con él, atendiendo sus necesidades lo mejor que pude, cuidándolo mientras dormía, jugando... y evitando a su madre (excepto en los asuntos indispensables). En agosto del año pasado vino el proceso "formal" de separación, y en mayo de este año un juez dictó una sentencia sobre pensión alimenticia, porcentajes y todas esas cosas. Ella es una mujer muy difícil, con muchos problemas sin resolver, que yo ya había dejado entrever aquí.

No podría sentirme más orgulloso de Leonardo. Es un niño sano (lo más sano posible a una edad en la que tienden a enfermarse de todo), guapo e inteligente. Es un poco tímido y le falta socializar más (entre otras cosas, porque su madre no quiere tenerlo en una "terrible" guardería a pesar del mucho bien que le haría a él e incluso a ella). Sigue siendo difícil verlo con la frecuencia que yo quisiera por muchas circunstancias: mis horarios de trabajo (que a veces incluyen viajes), el carácter de su madre, las salidas de ella misma a otros lugares, falta de coordinación (o sea, que no responda llamadas o se la pase chingando en mensajes), las mismas distancias en la ciudad (¿han intentado cargar a un bebé en transporte público abarrotado y con una mochila o pañalera al hombro?) y otras circunstancias o personas que también me han dificultado hasta cierto punto el verlo. Pero siempre que tengo la oportunidad, lo hago. Es un niño feliz a pesar de todo. Creo que es mucho más feliz así de lo que sería si viera a sus padres pelear todo el tiempo. Claro que me encantaría estar diario con él, jugar todos los días; pero no se puede ni se podrá, y es mejor así. Es lo mejor que puedo hacer en las circunstancias actuales.

Yo soy muy fatalista y cuando supe que ya no podría (ni querría) vivir más con mi ex imaginé un escenario terrible donde yo viviría para siempre solo, sin ninguna otra pareja jamás. Y sin esperarlo, sin planearlo o imaginarlo siquiera, llegó ella. Y todo fue pasando y se fue acomodando de una forma tan natural que prácticamente no me di cuenta. Con paciencia, con amor, con cuidado, sentí que podía querer y amar a alguien de ese modo otra vez. Me hizo recuperar la confianza en mí, porque tiene un corazón enorme y capacidad para comprender.

Es la persona más importante de mi vida. Vivimos juntos, compartimos muchas cosas juntos (entre otras cosas, dos gatitos y un perro que adoptamos)... y estamos a punto de ampliar esa familia.

Eso será tema de otro texto que no sea tan duro como éste (upcoming, stay tuned). Pero puedo adelantarles que pensar en eso me da una felicidad muy grande :)

Este texto fue escrito para ambos, para ella y para él, por ser el sustento de mi vida.

Y creo que ésta ha sido una de las confesiones más amplias que he hecho en público. Y esa es la intención: este es el lugar más público que tengo, abierto a todo el mundo, y donde más gente puede leer y saber esto.

Ahora lo saben de primera mano. Nadie les contó nada. Dejen de inventar chismes pendejos o hacer como que no saben (o sabían) algo. Get over it.




Demasiada vida privada mía se está volviendo pública hoy y aún me sigue costando trabajo escribir sobre eso. Así que ahora lárguense de mi patio. No me obliguen a sacar la escoba.

16.10.14

Sobre hamburguesas.


¿Han notado cómo la hacemos de pedo por todo últimamente?

No me malinterpreten. Sé que así son los internets. Muchos vienen (venimos) a soltar frustraciones. Algunos son (somos) inmamables al hacerlo. Otros son graciosos. O algo parecido. Pero, chingao, estamos llegando a puntos en los que (parece) no podemos decir nada porque siempre habrá quien quiera cerrarnos el hocico porque no le gustó nuestra opinión sobre su película favorita, el lugar donde se comen los mejores tacos o los dichos de su tía Rosita sobre la vida.

Me explico.

Supongamos que quiero disfrutar una hamburguesa. Ya saben, ese delicioso y jugoso trozo de carne (tejejejehe) que se coloca delicadamente entre dos panes, mismos que suelen tener una cubierta de ajonjolí. Dicho alimento puede o no tener muchos aditamentos, pero por lo regular suele acompañarse con un poco de lechuga (por aquello de la buena digestión, ya saben), mostaza, catsup. Quizá queso, piña o alguno de esos repulsivos vegetales mutantes llamados pepinillos.

Pasan de las 8 p.m. y tengo un antojo bestial del mencionado bocadillo. Me parece prudente externarlo a mis amigos de los internets. "Oigan, si no como una hamburguesa de El Hamburguesero Feliz en cinco minutos, moriré. Con su quesito, su mostaza, su tocinito".

(En algún momento, los historiadores del futuro tendrán serios problemas analizando por qué manifestamos nuestras ganas de comer a un grupo de amigos y perfectos desconocidos. Y por qué le tomamos fotos a nuestros alimentos. Creo que ni nosotros sabemos bien por qué).

ENIGÜEI, anuncio mi preferencia por las hamburguesas de El Hamburguesero Feliz. Lo cual nos puede llevar a muchas respuestas de este tipo:

—Güey, ¿neta? ¿El Hamburguesero Feliz? Se ve que ni le sabes. Las hamburguesas del carrito que se pone en la esquina de Mártires del Heteropatriarcado y 13 de septiembre. Ahí, al ladito del palacio municipal de Chilascalpotitlán.
—Pues El Hamburguesero Feliz estaba chido cuando no tenían sucursales. Desde que empezó a llegar mucha gente ya no es lo mismo. Bajaron el nivel, neta. Ya son como cualquier McDonalds.
—Te acompañaría a esas hamburguesas, pero soy alérgico al gluten y no estoy seguro del origen orgánico de su carne, eh.
—NUMA KE CAGADO UN LUJAR KE SE YAMA EL ANBURGESERO FELIS HEHEHEHE.

Y así.

Y uno hasta termina como agüitado porque, no mames, no conoces el mítico carrito que se pone en Mártires del Heteropatriarcado en Chilascalpotitlán, donde al parecer venden las mejores hamburguesas del universo porque todo mundo está opinando lo mismo. Aunque sepas que la mayoría apenas y sabe moverse en un radio de 2 km alrededor de su casa y es altamente improbable que conozcan Chilascalpotitlán.

Vamos a ver otro bonito ejemplo:

—Creo que voy a comprar una mochila al Wal-Mart. Me urge.
—No mames, ¿vas a comprar a esos lugares? Lo único que haces es fomentar el ultracapitalismo corporativista. Esas tiendas destruyen el comercio local. ¿Sabes cómo trata Wal-Mart a sus empleados y cuánto ganan? Además, seguramente vas a comprar una mochila hecha en China, elaborada con mano de obra infantil esclava. No, mira: te voy a llevar al tianguis de Chilascalpotitlán (el de Coyoacán ya no tiene buenas cosas, amigo) para que compres una mochila de yute elaborada a mano por artesanos de la sierra de Oaxaca a través de comercio justo.

Y así casi con cualquier cosa que quieras comprar. ¿Al Oxxo por chelas? No, porque con cada Oxxo que se instalan cierran 65 tiendas como la de Don Prócoro, que tiene 30 años atendiéndola y es un símbolo de la colonia. ¿Quieres unos tenis? Pues ya te chingaste porque vienen de talleres de trabajo esclavo de China, Vietnam o Indonesia. Como la pinche mochila que querías, cerdo ultracapitalista insensible. Si usas tu automóvil eres un pinche inconsciente porque "no estás en el tráfico, TÚ eres el tráfico, we" y estás arrojando miles de gases contaminantes. Si quieres llevar a tu tía Petronila a misa pensando que haces una buena acción ¡error! Esa base de creyentes aparentemente inocentes es lo que mantiene en pie a las religiones organizadas, que son el origen de todo el mal del mundo. Borrego incivilizado.

—Pues yo opino que ALGUNAS mujeres usan de excusa su periodo menstrual para comportarse como ojetes. No todas.
—Cerdo machista, opresor y misógino. Si no te gusta, márchate a tu amada Cuba Ve a explorar tu sexualidad con tus amigotes machos. 
—Verga.
—Anda, sigue dándole armas a la estructura de poder del heteropatriarcado con tus insultos homofóbicos.

Esos son terrenos espinosos, amigos. Porque además, resulta que tienen razón. Los hombres generalmente (subrayo generalmente) somos una partida de imbéciles que escupimos en la calle sin motivo, eructamos con fuerza y decimos un montón de pendejadas sin pensar.

Además, el tono condescendiente y evangelizador que siempre está en esas réplicas. Creo que en donde es más notorio es en el asunto vegano. De nuevo, NO TODOS (lo aclaro antes de que me avienten sus hamburguesas de jitomate, portobello y zanahoria con pan libre de gluten) pero pareciera que el objetivo de la mayoría es hacerte sentir lo más culpable posible por comer un pobre animalito indefenso y destazado de la forma más cruel, que seguramente sufrió mucho para que tú pudieras disfrutar el sabor DEL POLLICIDIO. 

O pescadicidio. O vaquicidio.

Dulce y delicioso y carnoso vaquicidio.



¿Y saben qué? ¡También tienen razón, amiguitos! La industria de la carne es altamente contaminante. Los Wal-Mart destruyen el comercio local. Los automóviles particulares provocan mucho tráfico. Y las hamburguesas de El Hamburguesero Feliz ya no son lo mismo desde que tienen sucursales. Qué vida tan triste ésta que nos quita los negocios familiares y los lleva al pecado de tener éxito. Como a sus bandas favoritas, que por alguna oscura razón tocan más feo cuando ya todo el mundo las conoce. El horror. Ojalá siguieran siendo pobres y desconocidos siempre, sería lo más justo para todos.

Mi punto es el siguiente: ¿no se cansan?

No niego la validez de sus argumentos. Pero ¿acaso ustedes nunca compran en un supermercado gigante transnacional porque están abiertos hasta las 11 y necesitan despensa y el mercado cerró a las 4 y ustedes salen de trabajar a las 6? ¿Nunca han salido a buscar dulce, dulce cerveza a un Oxxo en profundo estado etílico a las 3 a.m. porque Don Prócoro cerró su tienda para irse a dormir hace cinco horas? ¿Toda su ropa y calzado es de sastre y zapatero? ¿Sus computadoras y celulares fueron ensamblados en la selva chiapaneca por mayas lacandones a los que se les dio un pago justo? Amigo vegano ¿no te ha tocado el clásico amigo carnívoro inconsciente de tus inquietudes alimenticias que te lleva a comer carnitas y pues tienes que chingarte comiendo media tortilla porque te mueres de hambre?

Estoy seguro que sí. Y además, estoy seguro que lo hacen con una culpabilidad terrible por traicionar sus principios.

Tranquilos. Eso, justamente, es lo que conocemos como El Sistema. Económico-político-social. Abarca todo lo que quieran. No, no lo controla una red de iluminatis. Así funciona el mundo, por hoy. Y son bonitos sus esfuerzos para cambiarlo. A veces pecan de pendejos, eso sí. Pero son bonitos. Y a veces, por más que nos esforcemos, eso no es suficiente para provocar un cambio visible, algo más allá de lo simbólico. Hablemos de efecto invernadero, por ejemplo:


Nuestra bonita nación produce menos del 2% de gases de efecto invernadero de todo el mundo. Esos que provocan el calentamiento global. Eso quiere decir que si todos en esta especie de país en un momento dejáramos de contaminar el aire (eso incluye dejar de pedorrearse) no cambiaríamos ni madre. 

No les estoy diciendo que se derroten y nos ahoguemos en una orgía de destrucción, consumo bestial y sexo desenfrenado (aunque eso último a veces les haga falta). Simplemente les digo que no tienen por qué sentirse culpables por usar, de vez en cuando, alguna de las opciones que ofrece este "mundo moderno" por puritita comodidad. O porque a veces no hay de otra, sin importar nuestras objeciones de conciencia. No siempre tienen que justificar lo que comen, usan, visten, ven, escuchan. No siempre van a encontrar productos del comercio justo, ni pan de centeno orgánico fertilizado con excremento de gallinas criadas al aire libre y alimentadas con semillas no transgénicas.

A veces uno quiere ver porquerías en la televisión con el único fin de desconectar un rato el cerebro.

A veces uno solamente quiere hacer una fogata con llantas y comer un buen trozo de algún animal horriblemente masacrado.

A veces una hamburguesa es solamente una hamburguesa. Y sabe rico, sin tener que justificar dónde te las estás comiendo, lo que pagas por ella o si las del puesto del municipio desconocido de tu preferencia saben mil veces mejor.

Se los digo desde la experiencia que me da ser un inmamable que siempre cree tener la razón o que cree saber lo que es mejor para los demás. A veces solamente dejen ser a los otros. Y a ustedes mismos. Un ratito. Tú también, amigo vegano. Sé que extrañas la carne o no prepararías aberraciones de la naturaleza como tinga de zanahoria o suadero de soya. No va a pasar nada si un día te comes un bistec de vaca engordada con horrendas hormonas.

Letitbe, mothermarycomestome.


P.D. Pensé en incluir las disputas entre "iphoneros" y "androideros", pero esa gente está más allá de toda salvación. Supongo que tendremos que resignarnos a leer a unos decir "HORALE APEL ESTA REBOLUCIONANDO LA TEKNOLOJIA DE NUEBO" y a los otros continuar con "HAHAHA NUMA PINCHES APELFAGS ESTO LO ASIA MI SELULAR TAMAÑO PATINETA DESDE 1997" cada seis meses y continuar con la pelea como si recibieran sueldo de Google o Apple. Bai.

14.7.14

All the right friends


Alguna vez me dijeron que solamente puedes odiar a las personas que han llegado a significar algo importante para ti. Puede ser. A final de cuentas, no puedes sentirte decepcionado de alguien que no conoces. No puedes reprocharle a un vagabundo que esté desperdiciando su vida, o decirle seriamente "te odio" a un perfecto desconocido porque su perro orinó tu pantalón.

Nunca he entendido la necesidad de joder la vida de los demás solamente porque tú no eres feliz. ¿Por qué siempre hay que complicar todo? ¿Por qué chingar a las personas que quisiste y que apreciaste en algún momento? Soy totalmente incapaz de comprender esa necedad, ese estúpido "si no eres feliz conmigo no lo serás con nadie".

Es evidente que cuando no cuidas algo se provoca un deterioro. Es la entropía, o como quieran llamarle. Un desgaste por el uso. Pero las cosas siempre pueden repararse y seguir funcionando bien, hasta que las rompes. Perdón por la analogía de tres pesos: es como cuando rompes un plato, un vidrio, etc. Nunca volverá a quedar como antes. Pegar los pedazos es una pérdida de tiempo.

Oh, just one more, and I'll walk away
All the everything you win turns to nothing today
So, just one more, just one more, go
Inspire in me the desire in me to never go home.

Ni siquiera cuando envías advertencias tan claras eres capaz de hacerte entender. O quizá es que no quieren entender.

Recuerdo algo que ocurrió hace ya muchos años, viendo Closer. Discutiendo al final de la película cómo las relaciones se terminan por el afán de imposición de una persona, por la terquedad. Animar a alguien que está en el suelo gritándole al oído no parece una idea muy brillante ¿verdad?

Pero, insisto, no habría tanto problema con eso de no ser por esa necesidad neurótica de retener pedazos de cosas que ya se rompieron hace mucho tiempo.

Did I say that I loathe you?
Did I say that I want to leave it all behind?

No se hagan odiar por la gente que ya no los quiere. No mendiguen atención. No permitan que su necesidad enfermiza de fingir apariencias los lleve a un punto en el que la contradicción entre lo que dicen y lo que realmente hacen los lleve a lastimar gente.

Al final, siempre van a tener a las personas adecuadas ¿no?

Party to party you've been looking
but your search will never end
you've been hanging with the wrong crowd
you've got all the right friends.

I don't wanna be with you anymore.
I just don't want you anymore.